La relación entre tienda online y la local ha cambiado desde que no se contemplan como elementos separados e independientes, sino como una continuación o extensión entre ambas: primero la tienda online se abría como prolongación de una tienda local consolidada y sin embargo ahora las tiendas insignia se abren como eso, como abanderadas de un soporte online que ya ha demostrado su popularidad en la red.
El soporte donde ocurre la venta (online o físico) pasa a un segundo plano para dejar hueco a la interacción y conversión de los usuarios ya que el uso de internet para buscar información y comprar es cada vez mayor tanto en el móvil, tablet u ordenador.
Los cambios de tendencias provocan cambios en la realidad donde los comerciantes son los primeros que deben adaptarse antes de frustrarse por la falta de caja en la misma tienda. Esa falta de efectivo debe suplirse y compensarse con el cumplimiento de objetivos de negocio.
¿Cuáles son esos objetivos?
Los objetivos de negocio deben abarcar más que la simple venta en la tienda física. La popularidad, colaboraciones con influencers, comentarios positivos, recomendaciones y la venta online son puntos de apoyo fundamentales en la vasta competencia que encontramos en la milla de oro que ofrece internet.
Esto hace que la tienda local se convierta en un punto de peregrinación, un lugar donde palpar y probar el producto pero sobre todo, sentir una experiencia diferente que haga placentera la compra.
De esta forma conseguiremos mandar tráfico a la tienda desde la tienda online, yendo a recoger el pedido al mostrador o facilitando la devolución del producto comprado por el e-commerce por la tienda local.
Algunos compradores consideran que la tienda es un lugar donde consultar a los expertos, ya en las tiendas tecnológicas ya en una ferretería o como un centro de distribución local para checkear algún producto que han investigado en internet.
Los teléfonos móviles nos ayudan a dar información complementaria que los clientes necesitan pero que no se puede mostrar en la tienda física por razones de practicidad y de espacio. Informar a través de la página de Facebook, Twitter o la web hace que la comunicación sea más fluida y el usuario sienta la libertad de poder expresarse y tener un respaldo a la hora de buscar vías de comunicación. El cliente compra y entra en la tienda con el teléfono en la mano, por lo que facilitaría la compra cuando le pregunte al dependiente por un producto en concreto mostrándole el teléfono.
Debemos tener en cuenta el cambio generacional y los nativos digitales que va a cambiar (y están cambiando) la forma de vender.
Como decíamos antes, los usuarios utilizan antes internet para informarse que para comprar, lo que se hace que sea indispensable contar con presencia online por un lado y que ésta esté controlada por la empresa.
La presencia online también facilita establecer una relación con el cliente, totalmente diferente a la que se establece en la tienda y para la marca es una oportunidad de captar potenciales clientes que antes era más complicado al obligar la presencia física en el local de compras.
Un giro de tuerca más
Como ejemplo a lo que decíamos al principio, Google abrió una tienda física tras años dominando la red en la que puedes comprar pero no puedes llevar el producto a casa: tienes que esperar al repartidor.
Otros ejemplos de instalar tiendas online en lugares públicos con las acciones llevadas a cabo en los metros de Madrid y Barcelona. En el primer caso, convirtieron la estación de metro de Callao en un supermercado virtual en la que podían encontrar productos Danone.
La iniciativa, que buscaba ganar compras a través del teléfono móvil y el uso de códigos QR, fue realizada por Havas Media y JCDecaux. Esta campaña intentaba atraer a los clientes mediante descuentos de hasta un 20%.
Los productos llevan códigos QR para que los consumidores sólo tuvieran que escanearlos con el móvil y luego obtener los cupones e ir a la tienda para canjearlos. Esta acción contaba con el “Comando Ahorro”, un equipo de personas preparadas para resolver dudas y ayudar a los usuarios del metro.
En Barcelona, de la mano de Pickbe estrenaron las primeras tiendas virtuales en las paradas de metro de Diagonal y La Sagrega. Pickbe es una aplicación móvil que permite comprar productos de tiendas como Privalia, Groupalia o la Casa del Libro.
Estas dos acciones tienen como objetivo impulsar la compra online a través del teléfono móvil para romper esa barrera que algunos usuarios todavía albergan a la hora de dar su datos bancarios por estos dispositivos.