¿A quién no le gustan los superhéroes? ¿A ti no? Sabes que aunque creas que no…¡es sí! Porque a todos nos gustan que ganen los buenos y, claro, hay malos tan maléficos y listillos que se hace difícil acabar con ellos si no eres súper. Así que partiremos de la base de que a todo el mundo le atraen en mayor o menor medida.

Por otro lado, ¿a quién no le alucina tener artículos publicitarios personalizados de sus superhéroes favoritos, cuando te sabes de memoria todos sus cómics y te has visto sus películas trillones de veces? ¡A todos! Bueno, vale, con todos no nos referimos a los 7 millones de habitantes que pueblan la tierra, pero sí a un porcentaje bastante amplio de ellos.

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Y es que los Friki” somos “El Consumidor” por antonomasia y en mayúsculas. Nuestra compra es totalmente impulsiva y nos mueven varios motivos, entre ellos culturales, estéticos, personales y nostálgicos.  Y eso, amig@s, las marcas lo saben muy requetebién.

Basta con que una marca lance al mercado productos publicitarios con la imagen del estreno de la nueva película de Batman, Lobezno o un conjunto como La Liga de la Justicia (cuando son muchos nunca fallan, siempre hay uno que te flipa), para que se nos pongan los ojos en blanco y digamos la frase mágica: “Debe de ser mío! Juajajuaja!”.

No obstante, este post no es ni mucho menos una crítica a ese conocimiento de nuestra “debilidad” por parte de las empresas. Qué triste sería la vida del “Seguidor” si no pudiera disfrutar de lo que más le gusta en artículos publicitarios tan sencillos como una taza con frases míticas de los personajes, cajas organizadoras totalmente personalizadas con viñetas de cómics o un pen-drive con la cabeza de Iron Man, aunque venga acompañado con el logo de Coca-Cola, Adidas u Orange.

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Así que por mi parte… ¡Olé por ese material publicitario! Que siga la cosa así que me hacen más feliz que una perdiz. ¿Y por la tuya?

¡Hasta el próximo post!