Y es que aunque vivamos en la era digital y nos hayamos convertido en verdaderos adictos a las redes sociales, nos sigue encantando perdernos en la marabunta de los centros comerciales o las grandes calles con cientos de escaparates hipnotizadores que remueven nuestro espíritu consumista. Nuestras ganas de descubrimientos y gangas es el mismo despeluchados y empijamados frente al ordenador, como calzados con zapatos cómodos para el pateo compril.

La verdad es que pensándolo bien, caemos en la cuenta que no solo es el hecho de la compra lo que equipara las promociones online con las de tienda física, sino que su publicidad y el efecto que provoca en nosotros, también tienen caminos encontrados.

¿Qué tienen en común la publicidad online y la publicidad en el punto de venta (P.L.V.)?

  1. El ASPECTO VISUAL es lo más importante. La eterna verdad como un templo de que una imagen vale más que mil palabras. En definitiva, verlo en una pantalla o en un escaparate (que sería una captura de pantalla a lo bestia!), no desmerece en nada el hecho de que, si lo que muestra no capta nuestra atención, de nada sirve que haya texto acompañando donde se expliquen las 1 y 1.000 virtudes de un producto.
  1. El RECUERDO DE MARCA y la incorporación a nuestra LISTA CORTA en el momento de la compra efectiva. Ambas cuestiones están asociadas y se consiguen de la misma manera con los dos tipos de publicidad. Sin embargo, son las únicas que consiguen hacerlo en el mismo momento en el que se produce la compra efectiva. Podemos recordar un anuncio en radio, estar influenciados por la valla que vemos todos los días antes de llegar a casa o impactarnos con un anuncio televisivo en el que sale Justin Bieber, pero en ninguno de esos casos el impacto es inmediato al efecto de la compra. Influir antes de comprar tiene un impacto mayor y un resultado más altos en el total de ventas.
  1. INFLUENCIA para cambiar nuestra DECISIÓN de adquirir una MARCA U OTRA. Ahora sí nos metemos en el meollo de la cuestión. ¿Cuántas marcas y productos de nuestra competencia orbitan alrededor de nosotros? ¿Cientos, miles, millones? Pues da igual los que sean, si con un solo click o golpe de vista aparece ante nosotros un pedazo de imagen impactante que nos dice “No seas pringado y compra nuestro producto que lo vas a flipar” y, en ese mismo instante, lo olvidas todo, el corazón se acelera y piensas “Fliiiii-paaaaar síiiiiii” y cedes sin más.

Hasta la próxima!