Sometidos cada vez más a una multitud de imágenes y mensajes publicitarios que impactan en el público al mismo tiempo, la sociedad crea resortes para canalizar su atención sobre aquellos que muestran algo que parece real al mismo tiempo que increíble.

Pongamos en situación, vamos paseando por una avenida llena de tiendas. Vallas publicitarias, marquesinas, cuñas comerciales que escapan de la radio de los coches o de las mismas tiendas,  rótulos llenos de luces, lonas en edificios… pero para muchos eso es únicamente ruido. Sin embargo, algo nos llama la atención, dos recién nacidos gigantes están ubicados en un punto estratégico de la calle y un instituto de fertilidad llama nuestra atención sin decir nada más que eso. Ese es el poder del realismo acrecentado, de la duda, de lo inusual, lo que “no debería ser y es”. Pues ese es el poder de la resina en la publicidad.

Aunque la resina no es nada nuevo, sus usos han ido cambiado a lo largo de la historia. Los diferentes tipos de resina permiten realizar cualquier tipo de trabajo con terminaciones en brillo, mate, coloridas, transparentes, planas o en 3D. Podemos conservar objetos reales y valiosos dentro de ella o convertirla en un objeto en sí misma. Es un material muy estable, dotado de gran resistencia y durabilidad.
expositor de resina

Cualquier objeto publicitario puede ser representado. Podemos hacer que el hielo que refresca tu bebida favorita nunca se derrita. ¿Cómo? Ese es el poder de la resina.

 

¡Nos vemos en el próximo post!