Seguramente, estos términos no te suenen a marciano. Desde hace tiempo, se oyen, leen y están en boca de todos. Por si acaso y de forma sencilla, Eco-Friendly podríamos definirlo como la forma de ser respetuoso y no realizar actos perjudiciales contra el medio ambiente. Una idea que trasladada al consumo provoca que el marketing se vuelva verde.
Aunque está costando muuuuchos años (y los que quedan), para que de una vez por todas se implante en nuestras cabezas que el mundo es finito y puede serlo aún más si no nos ponemos las pilas y cuidamos lo que tenemos, parece que el mensaje va calando en nosotros como una lluvia fina. Empezamos a pensar en otros materiales más ecológicos y reciclables a la hora de comprar, vamos aparcando el coche y cogiendo la bici o el transporte urbano, separamos la basura… Vale que eso es lo mínimo, ¿pero hace 10 años vendían cubos de basura con compartimentos para el reciclaje? Yo vi pocos o ninguno. Eso es un cambio. Porque una cosa es que tuvieras 3 cubos de basura e intención por reciclar, y otro que el mercado sea consciente de que ya no es una tendencia de unos cuantos “hippilongos”, sino un buen hábito instaurado que crece progresivamente.
Empezamos a interiorizar el desastre y a “ponernos verdes”. Y si los consumidores nos “verdeamos” no hay más remedio que “verdear” el Marketing, ya que su obligación es responder a la petición del consumidor y cumplir con sus deseos y necesidades.
La transición al color hierba en marketing pasa por crear packaging y PLV con materiales sostenibles para el planeta como la madera o el vidrio: renovables y reciclables. A su vez, son interesantes y prácticos por sus cualidades de resistencia y durabilidad.
¿Te unes al movimiento? 😉